
Caras de desprecio me observan aquí, estoy en un lugar de donde desearía salir.
Imbeciles sin cerebro hablan dobre finesdesemana en pucón y flaites de colón, Mi paciencia se agota.
La ira sale por mis poros a cada segundo, ya no aguanto la superficialidad de estos desprecios humanos. No pertenezco a este sitio, y debo estar sin quererlo. Levantarme cada mañana para venir a un lugar que aborresco con el alma, ya no quiero pasar un minuto más.
La felicidad se me rebala de las manos, las tengo mojadas en sudor, no puedo agarrarla, se cae, chocará con el piso y se rompera en mil pedazos. No encuentro la toalla, no tengo como alcanzarla.La felicidad besara la baldosa, con los labios de la muerte.
Así ves el Alemán???
ResponderEliminarQue lástima ... supongo que TENDRÉMOS que convencer a tu vieja
COMÚN
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