Mi vida nació hoy a eso de las doce, como muchos otros días, haciendo caso omiso de mis responsabilidades, comenze con un "pichula".
los recuerdos de ayer se resumen a un interminable movimiento de mi cuerpo sobre la pista de baile, al puro estilo fiebre de sabado por la noche, a excepción que esta fue fiebre de viernes, (quizas por el platano que puse en la planta de mi pié).
La esperaza de encontrar algun billete en mis bolsillos fue lo ultimó en irse, y lo primero,esos fósforos de $50, que son como la mierda.
Me dí cuenta que mi estomago fermentaba cuando camine por primera vez en el día más de una cuadra, en dirección a la casa que mi madre arrienda para que yo duerma, coma, me duche y en cierto modo, la haga mía.
El agua que de la ducha salía estaba fría, la cuenta del gas olvidasteis pagar, los platanos estaban maduros y de ese modo no me gustan con manjar, asique los hice leche.
Para una buena huída se necesita nada más que dos billetes y algo de soledad, pero como carezco de ambas opté por la calentita idea de leer bajo una frasada.
Creo qe soy algo extrovertida y me considero de origen natural antipática, pero creo que lo he mejorado gracias a los caramelos de fresa, esos que valen $300 la bolsita en el lider, los marca gajos o algo asi.
En mi sueño bajo la frasadá, ví hoy un unicornio azul volar, yo conocia al dueño o habia oído hablar de él más de alguna vez, asique no dude en hubicarlo,la contestadora de su casa no paraba de repetir"mi unicornio azul se me perdió" una y otra vez hasta que colgué. Al no haber forma de encontrar al dueño del unicornio, me hize responsable de él, lo alimente con frutas y agua, le puse una vieja frasada sobre el pasto por si queria dormir, y lo observe de mi ventana.
Al despertarme miré por a ventana y el unicornio ya no estaba. quize distraerme porlo que fuí a ver un concierto de música barroca en el teatro del lago, y ahí estaba el unicooornio, ESTABA AHI! con la misma colcha y las mismas frutas, se habia TELETRANSPORTADOOO! fuuuuusión. en fin, cosas del futbol.
Me encantan las carreteras de noche, sobre todo con los pies sobre el respaldo del asiento de enfrente, en un bus a él maravilloso mundo de nunca jamás.