De camino a casa un extraño individuo osó atravezarse,
Sin detener mi paso decidido, me enfrente a uso osadía,
¿que te pasa amigo, porque te interpones a en mi camino?
En respuesta a mi pregunta, el individuo solo se escondió en si mismo.
¿ Amigo debo pasar, puedes moverte?
El individuo movia sus antenitas, las encogia a cada momento que mi voz resonaba.
Su prescencia me molestaba, no queria asumir que en cierto modo era superior a él, que podía asecinarlo en cualquier instante.
El individuo estaba perplejo, completamente paralizado, talvez era su primer encuentro con alguien como yo.
Ya no era cosa de dos, amigos se habian unido en su apoyo, ahora pienso que el moviemiento de sus antenitas era quizas para pedir auxilio.
Quize arrancar de aquella situación incomoda, pero al hacerlo, senti que la suela de mi zapatilla se habia quedado plasmada en el suelo, tenía algo pegado.
Era mi amigo caracol, lo había matado.
Ese fué mi primer asecinato, al que recuerdo como caracol, caracol, saca tus cachitos al sol.
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