El parto de la noche
y el recuerdo amamantado del sueño,
la realidad más pura.
Restricciones inhibidas en el nacer,
del sonido lozano.
garbosa en los ojos atentos
al devenir de las estrellas.
y la luna, compañera del camino ciego.
La danza de la historia,
en el corazón que late por la palabra.